El verano ya está aquí y con él llega el calor y las altas temperaturas. Es una época del año que en general a todos nos gusta, sin embargo presenta ciertas particularidades que la convierten en la estación del año más complicada a la hora de mantener nuestros alimentos. En este sentido debemos tener especial cuidado, ya que las altas temperaturas hacen que la comida se deteriore con gran rapidez, generando bacterias que pueden ser muy peligrosas para nosotros. Por esa razón, la conservación de los alimentos es un aspecto fundamental en el que debemos incidir en estas fechas.
En este sentido, el chocolate, al ser un producto alimenticio más, también debe ser tratado con el mismo cuidado durante la época estival. Pero si eres un amante de este dulce y no sabes muy bien como conservarlo, no te preocupes, en este artículo te vamos a dar unos cuantos consejos que te van a ayudar a mantener tus chocolates este verano en perfecto estado. ¡Toma nota!
5 consejos para conservar el chocolate en verano
-
Mantenlo siempre a su temperatura ideal:
La mejor manera de conservar el chocolate es mantenerlo siempre a su temperatura ideal , que oscila entre los 15 y los 18 grados. Esto significa que en verano, dependiendo del lugar en el que nos encontremos, puede valer con dejarlo en un sitio fresco de la casa (una despensa, por ejemplo). Pero siempre tendremos que tener en cuenta la temperatura ambiente y si hace mucho calor, recurrir a un frigorífico, guardando el chocolate en un recipiente hermético en la zona menos fría del mismo.
-
Evita la humedad:
Otro de los grandes enemigos del chocolate es la humedad. Debes saber que el chocolate aguanta en perfecto estado hasta un 60% de humedad, a partir de ahí, la humedad puede deteriorar nuestro chocolate. Debemos estar atentos a este dato e intentar guardar nuestro chocolate en un lugar seco de la casa.
-
Mucho cuidado con la luz solar:
Mucha gente desconoce que el chocolate se degrada con la incidencia directa de la luz solar. Eso hace que en verano haya que tener mucho más cuidado en este sentido. Es importante no dejar el chocolate en zonas donde, en algún momento del día, el sol pueda dar directamente, pues todos los tipos de chocolate sufren mucho con su luz.
-
Presta mucha atención al efecto fat-bloom:
El fat-bloom es un efecto que puede darse en el momento en el que se elabora el chocolate (un chocolate defectuoso) o por incidencia de agentes externos como el calor. Se trata de unas manchas blancas que surgen y como consecuencia de la subida de la manteca de cacao a la superficie del chocolate. Esto solo sucede cuando el chocolate se calienta a más de 30º. ¿Qué quiere decir esto? Pues que si cuando adquiriste el chocolate estaba en perfecto estado y varios días después experimenta el fat-bloom y le surgen manchas blancas, entonces no estás conservándolo correctamente y debes colocarlo inmediatamente en un lugar más fresco. No te preocupes porque puedes ingerirlo con normalidad, pero si que debes hacer caso a este indicador antes de que el deterioro vaya a más.
-
Ten en cuenta el tipo de chocolate a la hora de conservarlo:
No todos los chocolates son iguales y, por tanto, no todos se conservan igual. Los chocolates negros se conservan mejor, por ejemplo, mientras que cuanto más leche y otros elementos llevan (como rellenos, frutos secos, etc…) , el deterioro es más rápido. Por otro lado, los chocolates artesanos llevan menos aditivos y conservantes que los industriales, lo que los hace algo más delicados aunque mucho más sanos y sabrosos.
Cómo conservar nuestros productos
Para poder conservar su esencia, lo ideal es mantenerlo en una despensa o en un armario fresco y oscuro. Tanto el exceso de calor como de frío (si recurrimos a un frigorífico) pueden alterar su sabor. Una buena opción sería conservarlo en una cava de vinos entre 12º y 16º. En su defecto -y como última opción- introducir el chocolate en un recipiente hermético para preservarlo de olores y meterlo en el frigorífico, siempre en la parte menos fría (donde se conservan las verduras y hortalizas), retirándolo 10 minutos antes de consumirlo para recuperar y liberar todos sus aromas.
Lo ideal es conservarlas en el frigorífico a una temperatura entre 5º y 8º, pudiéndose consumir directamente de la nevera, bien fresquitas.
-
Trufas heladas:
Se deben conservar en el congelador, sacándolas 10 minutos antes de consumirse al frigorífico. Encárgalas antes del 25 de julio en envase isotérmico y te las preparamos para que puedas seguir disfrutándolas durante todo el verano.
Y hasta aquí este post con sencillos consejos para conservar el chocolate en verano. Como podéis ver, no son nada difíciles de poner en práctica y al hacerlo, mantendréis el chocolate en perfectas condiciones en esta época del año.
