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¿Qué hace perdurar en nuestra mente los pequeños momentos de nuestra existencia hasta convertirlos en recuerdos? Algunos de ellos, nos impactan por lo que nos hacen sentir, y quizás si son gratos tendemos a recuperarlos en el tiempo. Muchos de esos recuerdos, son los que compartimos día a día al conversar con algunos de nuestros clientes, recuperando momentos llenos de sabor, olores, obsequios pensados con cariño…que se van transmitiendo de generación en generación. Por eso, nos encanta y agradecemos palabras como las que podemos leer en la carta de Juan Manuel, y compartir este «emocionado recuerdo» con vosotros:
Después de leerla, hemos abierto el álbum de fotos, recuperando algunas de ellas, tomadas en el barrio de Ruzafa – Valencia de los «años 40-50», y por supuesto, queremos también compartirlas con Juan Manuel y con vosotros.
Quién les iba a decir entonces que, además de mantener toda la tradición
artesanal, en la actualidad, gracias a la innovación, se abre un enorme abanico de posibilidades, una verdadera «cultura del chocolate», donde creatividad y «pasión por el chocolate» no tiene límites.
